Deuteronomio 29:14-20

14 Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento,
15 sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros.
16 Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado;
17 y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.
18 No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,
19 y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
20 No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo;


“ No sea que haya entre vosotros varón o mujer familia o tribu cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios…”

El apartarse de Dios comienza en el corazón, con una actitud hacia El de desecharlo, constituye una gran ofensa que nunca ha quedado ni quedará sin consecuencias.


Oración: Señor! no concibo vivir apartado de tu Bendita influencia, y sin tu amor ¿cómo podría seguir viviendo? Padre lo que mas deseo es un corazón perfecto para contigo, una consagración que obre en santificación por el Espíritu Santo. Oh Señor, como hace años atrás, hoy quiero reafirmar mi compromiso contigo de no apartarme de ti y agregar algo: crecer y progresar en estar más cerca de ti, amén.

Autor: Gabriel V.